Más de un año de silencio, chapoteando en el pantano ágrafo tan familiar y tan ajeno. Y sigo en Haití. Atrás quedo el pequeño Camelot de Cabo Haitiano y el “big bang” trashumante de cada quien y cada cual. Nombres al viento: Manuel en su zigzagueo habitual entre España y Colombia (con breves paradas en México y Venezuela); Natalia resistiendo el retorno a Chile con un paréntesis en Nicaragua; Sandra viviendo el sueño que dejó de ser en Bolivia; Nipanema cerrando todos los ciclos y de vuelta a Tanzania; Pilar disparándole al futuro en Italia. De los que quedamos en la isla, Javi “chico” resiste desde Gonaïves y Georges toma un segundo oxigeno en Port de Paix. A mí me toca ahora recalar en Puerto Príncipe, su caos, su délabrement. Cumplo ya dos años de esta versión tan particular del mito del eterno retorno. No soy el único: con no menos de una década adicional a cuestas orbitamos juntos Ettore, Claudia, Lizbeth, Heiner, Andrea, Damian, Denis, Beatriz, Juan Manuel, Donna, Thierry y, con otros colores institucionales, Alvaro, Mercedes, Alejandro y Daniela. Vaya! Y con todo es posible que alguien se me haya quedado en el tintero… eso sin tomar en cuenta a los cientos de nuevos funcionarios desembarcados aquí para el presente round, incluyendo el breve paso del saliente Secretario General de la ONU, Kofi Annan. Al final del día son tantos los nombres, tantas las capacidades (e incapacidades) pequeñas, medianas y grandes, juntas y menos juntas y simplemente seguimos pifiando el tiro y Haití mantiene su camino irrevocable hacia el colapso. Nunca mejor analogía para este momento que la siguiente cita de Philip Roth en American Pastoral:
"The fact remains that getting people right is not what living is all about anyway. It's getting them wrong and wrong and wrong and then, on careful reconsideration, getting then wrong again. That's how we know we're alive: we're wrong. maybe the best thing would be to forget being right or wrong about people and just go along for the ride. But if you can do that -well, lucky you."
"The fact remains that getting people right is not what living is all about anyway. It's getting them wrong and wrong and wrong and then, on careful reconsideration, getting then wrong again. That's how we know we're alive: we're wrong. maybe the best thing would be to forget being right or wrong about people and just go along for the ride. But if you can do that -well, lucky you."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario